No existía. Sólo era una parte más del Riachuelo, pero la enorme acumulación de arena la convirtió en un nuevo terreno del poblado, en el siglo XVIII. En un principio, los habitantes de Buenos Aires la llamaron Punta. Más tarde recibiría el nombre de “Isla de Ercy”, por un indio de ese nombre que la habitaba.
El general Juan Lavalle tuvo una quinta en ese terreno. Luego fue adquirido por el farmacéutico Antonio Demarchi, socio propietario de la “Droguería de la Estrella” (antecesora de la Farmacia “La Estrella”), frente a la iglesia de Santo Domingo. Sobre Demarchi, arribado al Plata en 1833, es importante destacar que se casó con Mercedes Quiroga -hija del caudillo-, que fue fundador de la Sociedad Filantrópica Suiza de nuestro país y que convenció al escultor milanés Antonio Tantardini para que esculpiera la Dolorosa en la tumba de su suegro en la Recoleta. Demarchi aportó el mármol de Carrara.
En la década de 1840, Manuelita Rosas llevaba comitivas de extranjeros a conocer la isla de Antonio Demarchi, que en ese tiempo era llamada Isla de los Sauces. Se realizaban asados y bailes para los invitados. Luego quedó desocupada, se la conoció como isla del Tío Cruz, porque ese paisano cortaba los pajonales y vendía las cañas en la actual Avellaneda a los que necesitaban mejorar los techos de sus ranchos.
Durante la epidemia de fiebre amarilla, en 1871, muchas víctimas fueron enterradas en allí. También funcionó en ese terreno un lazareto. Más adelante fue anexada a la zona del puerto que construiría Eduardo Madero, pero las obras no alcanzaron a abarcar ese espacio. Sí llegó el deporte: Boca Juniors tuvo su cancha en la isla y allí jugaron con River el primer superclásico de la historia, el 2 de agosto de 1908. Fue amistoso y ganó Boca 2 a 1.
Desde comienzos del siglo XX se instaló una prisión para los anarquistas y los inmigrantes sin documentación que debían ser deportados. También se incorporó un astillero dependiente del Ministerio de Obras Públicas donde se entrenaba a los aprendices (Perón visitó los astilleros el 12 de julio de 1949). En 1936 se hizo una parodia de la llegada de Pedro de Mendoza, como parte de los actos conmemorativos por los 400 años de la denominada “Primera fundación”. El barco de las celebraciones partió de la isla Demarchi y sus hombres desembarcaron en la Vuelta de Rocha.
En 1938, Benito Quinquela Martín donó al Comedor de Trabajadores Portuarios de la isla un óleo sobre madera de 18 metros de largo, bautizado “Día de trabajo”. Estuvo perdido durante muchos años. Cuando se recuperó, fue restaurado y hoy se encuentra en el hall de la Terminal de Cruceros. Ahora es tiempo de restaurar la isla.
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El general Juan Lavalle tuvo una quinta en ese terreno. Luego fue adquirido por el farmacéutico Antonio Demarchi, socio propietario de la “Droguería de la Estrella” (antecesora de la Farmacia “La Estrella”), frente a la iglesia de Santo Domingo. Sobre Demarchi, arribado al Plata en 1833, es importante destacar que se casó con Mercedes Quiroga -hija del caudillo-, que fue fundador de la Sociedad Filantrópica Suiza de nuestro país y que convenció al escultor milanés Antonio Tantardini para que esculpiera la Dolorosa en la tumba de su suegro en la Recoleta. Demarchi aportó el mármol de Carrara.
En la década de 1840, Manuelita Rosas llevaba comitivas de extranjeros a conocer la isla de Antonio Demarchi, que en ese tiempo era llamada Isla de los Sauces. Se realizaban asados y bailes para los invitados. Luego quedó desocupada, se la conoció como isla del Tío Cruz, porque ese paisano cortaba los pajonales y vendía las cañas en la actual Avellaneda a los que necesitaban mejorar los techos de sus ranchos.
Durante la epidemia de fiebre amarilla, en 1871, muchas víctimas fueron enterradas en allí. También funcionó en ese terreno un lazareto. Más adelante fue anexada a la zona del puerto que construiría Eduardo Madero, pero las obras no alcanzaron a abarcar ese espacio. Sí llegó el deporte: Boca Juniors tuvo su cancha en la isla y allí jugaron con River el primer superclásico de la historia, el 2 de agosto de 1908. Fue amistoso y ganó Boca 2 a 1.
Desde comienzos del siglo XX se instaló una prisión para los anarquistas y los inmigrantes sin documentación que debían ser deportados. También se incorporó un astillero dependiente del Ministerio de Obras Públicas donde se entrenaba a los aprendices (Perón visitó los astilleros el 12 de julio de 1949). En 1936 se hizo una parodia de la llegada de Pedro de Mendoza, como parte de los actos conmemorativos por los 400 años de la denominada “Primera fundación”. El barco de las celebraciones partió de la isla Demarchi y sus hombres desembarcaron en la Vuelta de Rocha.
En 1938, Benito Quinquela Martín donó al Comedor de Trabajadores Portuarios de la isla un óleo sobre madera de 18 metros de largo, bautizado “Día de trabajo”. Estuvo perdido durante muchos años. Cuando se recuperó, fue restaurado y hoy se encuentra en el hall de la Terminal de Cruceros. Ahora es tiempo de restaurar la isla.
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