sábado, 2 de julio de 2016

La Pirámide de Mayo


En el primer aniversario de la Revolución de Mayo de 1810 el gobierno decidió colocar una Pirámide en la plaza central en su homenaje. La historia y las transformaciones del primer monumento público en Buenos Aires guarda hechos interesantes para relatar.

   El 5 de abril de 1811, el Cabildo de Buenos Aires resolvió rendir homenaje a la Revolución de Mayo en su primer aniversario, inaugurando una pirámide de carácter provisorio. Se encargó de realizar la obra el alarife Francisco Cañete y la pirámide se inaguró el 25 de mayo de ese año.

   Este monumento fue en principio un modesto obelisco de adobe cocido coronado por un vaso cuyo basamento era hueco; la aguja del obelisco descansaba en un pedestal cuadrangular sobre dos escalinatas con zócalo, hallándose circundado por una sencilla verja sostenida por doce pequeñas columnas realizadas por el maestro Bruno Moranchel. Posteriormente, hacia 1856, Pridiliano Pueyrred´´on diseñó  "la nueva Pirámide", que inclúyó modificaciones de cierta importancia, tales como la construcción de un revestimiento que encerró la aguja que representa "LA REPÚBLICA" que se observa actualmente; los ángulos entrantes fueron cubiertos por pedestales para asentar en ellos las figuras representativas de "EL COMERCIO", "LA AGRICULTURA", "LAS CIENCIAS" y "LAS ARTES", obras del escultor francés Duburdieu. En la cara que mira al Este fue inscripta la leyenda "25 DE MAYO DE 1810" y se labró un sol naciente; en las tres restantes se pusieron coronas en altorrelieve, los pilares fueron demolidos y se retiró la antigua verja, colocándose en su lugar una nueva, ejecutada en hierro. Las cuatro figuras ornamentales fueron reemplazadas en el año 1875 por las de "LA GEOGRAFIA", "LA MECANICA", "LA ASTRONOMIA" y "LA NAVEGACIÓN", completándose el arreglo con el estucado (imitación de mármol) de la Pirámide.

El Intendente Torcuato de Alvear dispuso en el año 1883 la demolición de la Recova que dividía en partes iguales la Plaza de Mayo (formando las plazas del Fuerte y de la Victoria), por lo cual la pirámide quedó decentrada y tuvo que ser trasladada al sitio que ocupa actualmente, desprovista de sus cuatro estatuas ornamentales y de su verja, difícil operación que se realizó en el año 1912, bajo la supervisión del constructor Anselmo Borrel. El 24 de mayo de 1891 se colocó una placa de bronce en memoria de los oficiales Felipe Pereyra y Manuel Artigas, muertos al principio de la Guerra de la Independencia. Esta obra fue declarada monumento histórico el 21 de mayo de 1942. La altura es de 19 metros.



Curiosidades de la Pirámide de Mayo

   El primero monumento de la ciudad de Buenos Aires no escapa a curiosidades que rondan sobre ella. Una de las primeras curiosidades es que la pirámide original de Cañete se encuentra en el interior de la pirámide, ya que Pridiliano Pueyrredón no restaura el viejo monumento sino que lo recubre con el actual.
  
Por otor lado, en la pirámide de Mayo fue colocado tierra de todas las regiones del país y también de tierra santa, en aquella época invocar la protección de Dios era costumbre en la sociedad y los gobernantes.






Las estatuas de escolta

   Como hemos dicho arriba, la Pirámide de Mayo, durante muchos años, estuvo escoltado por cuatro estatuas del escultor francés Dubordieu. Alrededor de los años '20, las estatuas fueron retiradas del lugar y durante muchos años estuvieron en un depósito del Banco Provincia en la ciudad de Buenos Aires. Esas estatuas por muchos años fueron olvidadas en esa entidad bancaria.
   Finalmente en el año 1972, un empleado del Banco identificó las estatuas y el gobierno nacional resolvió colocarlas en la plazoleta San Francisco, que queda en la esquina de Alsina y Defensa, frente al convenio de San Francisco. Actualmente se enceuntran en el lugar. El destino quiso que las escoltas no se alejaran más de cien metros de donde se encuentra la Pirámide de Mayo.

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