Los Conventillos. Breve recordatorio desde el pasado hacia el futuro
AYER…
Vinieron de muy lejos, de Italia, de España, de Polonia, de Turquía, de Rusia, de otros países que hoy desaparecieron como tales … Llegaron a América, a la República Argentina, a Buenos Aires, que casi siempre los recibía en el Hotel de Inmigrantes, antes de darles paso hacia la gran ciudad.
Una vez ingresados en ella, ¿dónde vivieron?
Resultará interesante que nos ilustremos con algunos datos sobre el conventillo, este particular modo de vivir en el Buenos Aires finisecular, que albergaba en su seno a la mayoría de los recién llegados inmigrantes.
“El dueño de casa atiende a las visitas, los pibes del convento (1) gritan en derredor jugando a la rayuela, al salto, a las bolitas mientras un gringo curda maldice al Redentor” (2)
Esta letra es un espejo donde se refleja una forma de vida de la clase proletaria urbana, desarrollada a partir del influjo de la gran inmigración, que entre 1875 y 1910 quintuplicó la población de Buenos Aires.
“Una de las antiquísimas mansiones hoy agoniza en conventillo. En las espaciosas habitaciones donde acaso en 1815 o 1820 algún general de la independencia abandona esposa e hijas para ir a satisfacer su sed patriótica en los abiertos campos de batalla, hoy conviven apretujadas seis u ocho familias de las más diversas nacionalidades y costumbres contradictorias hasta la beligerancia: italianos, franceses, turcos, criollos … adosadas al muro que separa de la casa vecina, están las cocinas, … precarias construcciones de madera y zinc, que más parecen frágiles garitas” (3)
El hacinamiento y la falta de higiene, así como las múltiples ocupaciones de sus inquilinos, condicionaron formas propias de vida social y familiar, siendo el patio del conventillo no solo escenario de escándalos y disputas, sino también en ocasiones, el ámbito propicio donde se gestaron nuevas formas de sociabilidad y solidaridad.
En el año 1904 existían en Buenos Aires alrededor de 2.400 casas de inquilinato, con miles de habitaciones donde cohabitaban hasta diez personas por pieza, mientras que en los Censos Municipales de Conventillos de los años 1919 y 1924 vemos que la mayor parte de ellos se concentraban en los barrios del sur como Montserrat, Balvanera, San Cristóbal, Constitución, Barracas y la Boca.
El promedio de habitantes por conventillo ascendía a más de cincuenta personas en cada uno.
Explica Ezequiel Martínez Estrada refiriéndose al conventillo la realidad dura y cierta, que“…cada habitación alberga una familia entera de abuelos, hijos y nietos … ninguna novela de Dostoiewski ha descrito tanto horror”.
Es la otra cara del conventillo, despojado de lo “pintoresco”, de lo “tanguero”, el conventillo de la vida real, de todos los días, cercado por el hambre y las enfermedades, con un baño cada cinco o seis habitaciones, cocinas compartidas al aire libre, sin intimidad, sin privacidad.
“Encienden carbón en la puerta de sus celdillas los que comen puchero: esos son americanos. Algunos comen legumbres crudas, queso y pan: esos son los piamonteses y genoveses. Otros comen tocino y pan: esos son los asturianos y gallegos.” (4)
No será fácil, para esa multitud heterogénea, salir y establecerse en casa propia, objetivo que cada vez se hace más difícil al ir pasando los tiempos en que los primeros inmigrantes pudieron superar la miseria y hacerse un lugar en un país que crecía, pero que tenía los límites de su falta de industrialización y la casi nula subdivisión de la tierra. Estos impedimentos fueron definitorios en la posibilidad de poder absorber tan intensa corriente de nuevos habitantes, en general sin ninguna específica que contribuyera a su inserción en una sociedad en cambio.
En el “Poema del Conventillo”, Raúl González Tuñón describe de manera magistral esa realidad negra del viejo Buenos Aires:
“Conventillo, eres dolor crudo, llaga viva; un día estallará tu humor; blasfemia del hombre rudo y mujeres que se reprimen, y mancharás la ciudad pedantesca con tu hálito de vicio y crimen y tu carcajada grotesca” .
Por estos tugurios pasaron algunos de nuestros antepasados, y desde allí fueron construyendo sus nuevas vidas.
Sin embargo, sus hijos fueron en numerosos casos el objeto de sus preocupaciones y la realidad de la Argentina de esa época les dio al menos algún espacio para crecer, alguna posibilidades de progreso, a través de una segura educación para todos, gracias a la Ley 1420 de educación gratuita y obligatoria. Y a través de esas herramientas el país los fue integrando poco a poco, a gusto de muchos y a disgusto de otros, que consideraban al inmigrante el invasor, y a sus hijos un peligro de trastoque de la realidadsocial, ya que educación significaba también capacitación para el pensar, deseo de participar en la cosa pública, conocimiento del derecho a una mejor forma de vida.
Es que, comparado con la situación que muchos habían dejado en sus paísesde origen, el camino del futuro, aún sembrado de asperezas y dificultades, se les presentaba promisorio. Y fueron encontrando su lugar, mejorando su situación, avanzando respecto de sus padres.
El sueño de “hacer la América” no fue fácil para todos, pero de una u otra manera lo hicieron realidad, y numerosas estadísticas, además de las vivencias de quienes descendemos de esos inmigrantes, nos demuestran la veracidad de estas expresiones.
“Los sueños de hacer la América se desdibujaron para muchos italianos frente a la realidad del conventillo. No parecía ser la abundancia el destino de los cientos de vendedores de perdices y de pescado, floristas, organilleros, escoberos y barrenderos (los musolinos) que recorrían las calles.” (5)
Y en ese ambiente fue formándose un prototipo que en “Mustafá” y con la ironía e intencionalidad habitual de su autor, define el personaje “Gaetano” (6) :
“…¿La razza fortenon sale de la mezcolanza? ¿E donde se produce la mezcolanza? Al conventiyo. Per eso que cuando seve uno hombre robusto,luchadore, atéleta, se le pregunte siempre: ¿a que conventiyo ha nacido osté? “¿Lo do mundo”?, ¿“La catorce provencia”?, ¿“El Palomare”?. ¿“La Babilonia”?, ¿“Lo gayinero”?, es así, no hay voelta. ¿Perqué a Bonosaria está saliendo sta razza forte? Perque este eseno paíse hospitalario quete agarra toda la migracione, te la encaja a lo conventiyo, viene la mezcolanza e tesáleno a la cayesto lindo mochacho pateadore, boxeadore, cachiporreroe asaltante dellamadona!…”
Conjunción de idiomas y dialectos que luego serían integrados socialmente e incorporados al vocabulario diario de la ciudad y por todas sus clases sociales,deesos “cocoliches” objeto de burla fue formándose nuestro idioma argentino actual:
Los “tanos” y su media lengua pasaron a ser personajes clásicos de los sainetes. (6) Alberto Vaccarezza fue tal vez el mayor de los saineteros de su época, -que eludiendo la crítica social directa y tomando los aspectos “pintorescos” del tema-, tuvo extraordinaria habilidad para estructurar una cantidad enorme de obras y el mérito de lograr una brillante descripción de tipos y ambientes.
“Vaccarezza, ducho en el oficio desde sus comienzos, asimiló elpintoresquismo de las costumbres del ambiente y del lenguaje del pueblo, que supo aderezar con su inconfundible vena cómica y embellecer con sus galas de poeta, extrayéndoles giros y locuciones que por su gracia se generalizaron enseguida por las calles porteñas, pero creando a su vez otras que en devolución llegaban directas al pueblo, que bien pronto las hizo suyas, tanto que hubo un momento en que no se sabía si era Vaccarezza quien hablaba el lenguaje de los tipos populares, o eran éstos quienes hablaban como los personajes de Vaccarezza.” (7)
Anotemos que a partir de los últimos treinta años del siglo XIX comienza a perderse el castellano casi andaluz que, según algunos autores, hablaban los viejos porteños, y se van incorporando numerosas expresiones provenientes de las distintas corrientes migratorias, en especial de los italianos, los españoles y los franceses, con las particularidades propias de las regiones de donde eran originarios los recién llegados.
“El italiano llega para ganar dinero a fuerza de trabajo, de constancia y de economía. Generalmente deja su familia en su país. Desembarca con camaradas firmes y vive con ellos. De este modo se forman grupos de cinco, seis, diez amigos del mismo oficio que duermen en la misma habitación, comen pastas en la misma cacerola, lavan su ropa en el mismo fregadero. Poco vino, nada de juego, pocas veces al cine. Ganan 5 pesos por día, gastan 2,50, y envían a su país, al fin de cada trimestre, un giro de 300 a 400 francos.” (9)
Vinieron de más cerca, de nuestra Salta, nuestra Formosa, nuestro Chaco, nuestro Tucumán y también de Bolivia, de Paraguay, de Perú, de Chile, de Ecuador, de Uruguay, de provincias y de otros países en los que corrían el mismo riesgo de sus antecesores de 100 años atrás, morir de hambre, de enfermedades, de miseria… Llegaron a la República Argentina, a Buenos Aires, que casi siempre los recibía.. en ningún lado, antes de darles paso hacia las grandes villas miserias u otro tipo de asentamiento marginal… Hoy, nuestra ciudad de Buenos Aires vive problemáticas parecidas a aquellas de nuestros antepasados.
Las villas de emergencia y los mal denominados “hoteles familiares”, sucedáneos actuales del viejo conventillo con su entorno de hacinamiento y miseria, son el marco de la vida de muchos de nuestros contemporáneos, connacionales unos, latinoamericanos otros. Las perspectivas actuales de nuestro país no dejan lugar para hacerse demasiadas ilusiones: la falta de trabajo, el deterioro de la salud, las carencias habitacionales, el derrumbe de los principios éticos y morales, agregan su cuota de depresión a los resultados de las políticas destructivas que desde el gobierno nacional conjugaron durante la década de 1990 el cierre de industrias, la privatización de los recursos naturales y las empresas públicas, con modificaciones a las formas del trabajo conocidas, producto inevitable en algunos casos, del desarrollo tecnológico.
Y sobre todo este panorama parecido a un cuadro del Bosco, sobrevuela la amenaza real, concreta, visible, del narcotráfico, que encuentra en la miseria el escenario acomodado para desarrollarse con fuerza. No olvidemos los ejemplos de otros países hermanos, atravesados por este flagelo, ni a los personajes que del mismo surgen con la fuerza de los narcodólares, que compran conciencias y personas con una facilidad que la historia nos arrojará -también a los argentinos -a la cara.
¿Podemos hoy tener esperanzas ?
Las esperanzas de un futuro mejor pasan por una enérgica política de inclusión social que produzca un cambio importante en las situaciones descriptas, integrando al ciudadano a través de la educación, la capacitación en nuevas técnicas, la facilitación del acceso a la vivienda propia, la preservación de la salud y el desarrollo de políticas de apoyo a la pequeña y mediana empresa, claves del éxito en algunos de los países desde donde habían llegado nuestros antepasados, como Italia y España. De cada uno de nosotros depende habilitar ese futuro, de nuestra participación, de nuestro aporte de ideas, de nuestra percepción de la realidad en su correcta medida.
NOTAS
1. “Convento” por conventillo. 2. NAVARRINE y RAGGI, “Oro muerto”, tango, 1926. 3. MARIANI, Roberto, “Cuentos de la oficina, Buenos Aires, EUDEBA, 1965. 4. ESTRADA, Santiago, “Viajes y otras páginas literarias”, Buenos Aires, Ángel Estrada y Cía. S.A., Editores, 1949. 5. WOLF, Ema y PATRIARCA, Cristina, “La gran inmigración”, Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 1991. 6. Apócope de “napolitano”, se aplica por extensión a todos los originarios de Italia. 7. DISCÉPOLO, Armando y DE ROSA, Rafael, “Mustafá”, en Luis Ordaz, prólogo a “El Teatro Argentino”, tomo 61 de“Capítulo, Biblioteca Argentina Fundamental”, Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1980.
8. GOBELLO, José, reproduce este comentario deTito Livio Foppa sobreVaccarezza, en “Letras de Tango”, Buenos Aires, 1997.
9. GIRARDIN, Emile, “Les ouvriers du bâtiment en Argentine et au Chili”, París (Francia), Le Musée Social, Mémoires et Documents, 1913.
8. GOBELLO, José, reproduce este comentario deTito Livio Foppa sobreVaccarezza, en “Letras de Tango”, Buenos Aires, 1997.
9. GIRARDIN, Emile, “Les ouvriers du bâtiment en Argentine et au Chili”, París (Francia), Le Musée Social, Mémoires et Documents, 1913.
Luis O. Cortese
Fuente : http://buenos-aires.idoneos.com/index.php/UNA_REVISTA_ITALIANA/CONVENTILLOS_Y_VILLAS
Imagen: Mariano Gabriel Pérez. “La entrada al famoso conventillo de La Boca”.
http://marianogabrielperez.blogspot.com.ar/2010/09/la-boca-en-blanco-y-negro-ii.html
“Estampas de Buenos Aires”. Blog de Carlos Szwarcer. Monografías.com
Listado de Intendentes de la Ciudad de Buenos Aires (1887-1996)
Nombre y Apellido
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Fecha de Inicio Mandato
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Fecha de Fin de Mandato
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Jorge DOMÍNGUEZ
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05 de Septiembre de 1994
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06 de Agosto de 1996
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Saul BOUER
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26 de Octubre de 1992
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05 de Septiembre de 1994
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Carlos GROSSO
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08 de Julio de 1989
|
26 de Octubre de 1992
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Facundo SUÁREZ LASTRA
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14 de Enero de 1987
|
08 de Julio de 1989
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Julio César SAGÜIER
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10 de Diciembre de 1983
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13 de Enero de 1987
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Guillermo DEL CIOPPO
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31 de Marzo de 1982
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10 de Diciembre de 1983
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Osvaldo A. CACCIATORE
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02 de Abril de 1976
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31 de Marzo de 1982
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Eduardo Alberto CRESPI
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24 de Marzo de 1976
|
02 de Abril de 1976
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José EMBRIONI
|
30 de Agosto de 1973
|
23 de Marzo de 1976
|
Juán V. DEBENEDETTI
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07 de Agosto de 1973
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27 de Agosto de 1973
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Leopoldo FRENKEL
|
04 de Junio de 1973
|
06 de Agosto de 1973
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Saturnino MONTERO RUÍZ
|
31 de Marzo de 1971
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25 de Mayo de 1973
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Tomás José CABALLERO
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1º de Marzo de 1971
|
26 de Marzo de 1971
|
Manuel IRICIBAR
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8 de Septiembre de 1967
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26 de Febrero de 1971
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Eugenio SCHETTINI
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06 de Julio de 1966
|
06 de Septiembre de 1967
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Francisco RABANAL
|
17 de Octubre de 1963
|
28 de Junio de 1966
|
Carlos RIU *
|
12 de Octubre de 1963
|
15 de Octubre de 1963
|
Alberto PREBISCH
|
26 de Junio de 1962
|
13 de Octubre de 1963
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Hernán M. GIRALT
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14 de Mayo de 1958
|
25 de Junio de 1962
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Roberto ETCHEPAREBORDA *
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1º de Mayo de 1958
|
13 de Mayo de 1958
|
Ernesto FLORIT
|
20 de Septiembre de 1957
|
1º de Mayo de 1958
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Eduardo Héctor BERGALLI
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26 de Noviembre de 1957
|
18 de Septiembre de 1957
|
Luis María de la TORRE CAMPOS
|
08 de Junio de 1956
|
25 de Enero de 1957
|
Miguel A. MADERO
|
26 de Septiembre de 1955
|
08 de Junio de 1956
|
Bernardo GAGO
|
27 de Octubre de 1954
|
23 de Septiembre de 1955
|
Jorge SABATÉ
|
20 de Febrero de 1952
|
26 de Octubre de 1954
|
Juan V. DEBENEDETTI
|
26 de Noviembre de 1949
|
19 de Febrero de 1952
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Emilio P. SIRI
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06 de Junio de 1946
|
16 de Noviembre de 1949
|
César R. CACCIA
|
12 de Abril de 1944
|
03 de Junio de 1946
|
Basilio E. PERTINÉ
|
15 de Junio de 1943
|
05 de Abril de 1944
|
Ernesto E. PADILLA *
|
12 de Junio de 1943
|
15 de Junio de 1943
|
Carlos Alberto PUEYRREDÓN
|
06 de Diciembre de 1940
|
11 de Junio de 1943
|
Raúl SAVARESE *
|
20 de Febrero de 1938
|
26 de Noviembre de 1940
|
Arturo GOYENECHE
|
20 de Febrero de 1938
|
26 de Noviembre de 1940
|
Mariano de VEDIA y MITRE
|
19 de Noviembre de 1932
|
19 de Febrero de 1938
|
Rómulo S. NAÓN
|
20 de Febrero de 1932
|
19 de Noviembre de 1932
|
José GUERRICO
|
18 de Septiembre de 1930
|
20 de Febrero de 1932
|
José Luis CANTILO
|
15 de Noviembre de 1928
|
06 de Septiembre de 1930
|
Adrián FERNÁNDEZ CASCO *
|
12 de Octubre de 1928
|
14 de Noviembre de 1928
|
Horacio CASCO
|
03 de Mayo de 1927
|
12 de Octubre de 1928
|
Carlos M. NOEL
|
16 de Octubre de 1922
|
03 de Mayo de 1927
|
Virgilio TEDÍN URIBURU *
|
13 de Octubre de 1922
|
15 de Octubre de 1922
|
Juan BARTNECHE
|
26 de Octubre de 1921
|
22 de Octubre de 1922
|
José Luis CANTILO
|
05 de Diciembre de 1919
|
25 de Octubre de 1921
|
Saturnino GARCÍA ANIDO *
|
15 de Noviembre de 1919
|
03 de Diciembre de 1919
|
Joaquín LLAMBÍAS
|
14 de Noviembre de 1916
|
14 de Noviembre de 1919
|
Arturo GRAMAJO
|
23 de Febrero de 1915
|
14 de Noviembre de 1916
|
Enrique PALACIO *
|
26 de Octubre de 1914
|
23 de Febrero de 1915
|
Joaquín S de ANCHORENA
|
20 de Octubre de 1910
|
24 de Octubre de 1914
|
Manuel J. GÜIRALDES
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25 de Enero de 1908
|
12 de Octubre de 1910
|
Carlos T. de ALVEAR
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08 de Febrero de 1907
|
07 de Enero de 1908
|
Manuel OBARRIO *
|
10 de Noviembre de 1906
|
07 de Febrero de 1907
|
Alberto CASARES
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22 de Marzo de 1906
|
09 de Noviembre de 1906
|
Manuel OBARRIO *
|
16 de Marzo de 1906
|
22 de Marzo de 1906
|
Carlos ROSETI
|
20 de Octubre de 1904
|
16 de Marzo de 1906
|
Alberto CASARES
|
20 de Octubre de 1902
|
20 de Octubre de 1904
|
Adolfo J. BULLRICH
|
20 de Octubre de 1898
|
20 de Octubre de 1902
|
Martín BIEDMA *
|
14 de Septiembre de 1898
|
20 de Octubre de 1898
|
Francisco ALCOBENDAS
|
12 de Sepiembre de 1896
|
14 de septiembre de 1898
|
Emilio V. BUNGE
|
14 de Septiembre de 1894
|
12 de Septiembre de 1896
|
Federico PINEDO
|
20 de Junio de 1893
|
20 de Agosto de 1894
|
Miguel CANÉ
|
7 de Noviembre 1892
|
07 de Junio 1893
|
Juan José MONTES de OCA *
|
31 de Octubre 1892
|
07 de Noviembre de 1892
|
Francisco F. BOLLINI
|
22 de Junio de 1890
|
31 de Octubre de 1892
|
Francisco SEEBER
|
10 de Mayo de 1889
|
04 de Junio de 1890
|
Guillermo A. CRANWEL *
|
14 de Agosto de 1888
|
10 de Mayo de 1889
|
Antonio F. CRESPO
|
14 de Mayo de 1887
|
14 de Agosto de 1888
|
Torcuato de ALVEAR
|
10 de Mayo de 1883
|
10 de Mayo de 1887
|
* Intendentes interinos.
Fuente: http://www.cedom.gov.ar/
“Estampas de Buenos Aires”. Blog de Carlos Szwarcer. Monografías.com
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